FILLOAS
RELLENAS DE NATA MONTADA.
Buenos días amigos.
Os confesaré que uno de mis postres favoritos es la filloa, un crèpe español, concretamente gallego, que nada tiene que envidiar al que nuestros vecinos franceses preparan desde hace siglos. Más bien al contrario.
Hablando de siglos, las filloas pertenecen al recetario gallego desde tiempo inmemorial y, al igual que los crèpes, pueden prepararse de múltiples formas. Es la versatilidad hecha masa.
Pues bien..., filloas las hay dulces y saladas; de leche, de sangre o de caldo; rellenas y viudas..., en fin. En otra ocasión hablaremos de las filloas saladas, ya que hoy nos centraremos en la clásica filloa rellena de nata montada.
Ingredientes:
- 2 huevos medianos
- 1/2 L de leche entera
- 200 gr de harina de trigo
- 1 Pizca de sal
- 1 trozo de tocino
Preparación:
En un cuenco ponemos los huevos batidos, la leche y la pizca de sal. Mezclamos.
Añadimos poco a poco la harina mientras removemos suavemente con una cuchara de madera o varilla hasta que esté completamente integrada.
Dejamos reposar la masa, bien tapada, una hora como mínimo en la nevera. Pasado ese tiempo la mezcla habrá espesado un poco.
Calentamos la sartén antiadherente (pequeña y muy plana) a fuego fuerte. La untamos con el tocino- que habremos pinchado en un tenedor-.
Removemos un poco la masa con un cucharón antes de empezar a hacer las filloas.
Echamos un poco de masa sobre la sartén y, realizando con ésta movimientos circulares, hacemos que la masa se extienda por toda la superficie. La filloa estará hecha cuando la masa tenga unas pequeñas burbujitas, aproximadamente en un minuto, y los bordes se hayan despegado. Llegados a este punto, le damos la vuelta (prendiéndolas siempre con los dedos) y dejamos otro minuto- esta primera filloa se desecha-. Tienen que salir filloas muy finas, así que debemos medir bien la masa que echamos en la sartén.
Volvemos a untar la sartén con el tocino y repetimos la operación hasta terminar toda la masa- moveremos la masa con el cucharón de vez en cuando para evitar que la harina se pose en el fondo del recipiente-.
A medida que las filloas estén hechas las colocamos en un plato para, posteriormente, irlas rellenando.
Cuando hayamos terminado de hacer las filloas, las vamos rellenando de nata montada y doblándolas como si de se tratase de servilletas o pañuelos de pechera. Espolvorear cada una con azúcar glas y una pizca de canela.
Buenos días amigos.
Os confesaré que uno de mis postres favoritos es la filloa, un crèpe español, concretamente gallego, que nada tiene que envidiar al que nuestros vecinos franceses preparan desde hace siglos. Más bien al contrario.
Hablando de siglos, las filloas pertenecen al recetario gallego desde tiempo inmemorial y, al igual que los crèpes, pueden prepararse de múltiples formas. Es la versatilidad hecha masa.
Pues bien..., filloas las hay dulces y saladas; de leche, de sangre o de caldo; rellenas y viudas..., en fin. En otra ocasión hablaremos de las filloas saladas, ya que hoy nos centraremos en la clásica filloa rellena de nata montada.
Ingredientes:
- 2 huevos medianos
- 1/2 L de leche entera
- 200 gr de harina de trigo
- 1 Pizca de sal
- 1 trozo de tocino
Preparación:
En un cuenco ponemos los huevos batidos, la leche y la pizca de sal. Mezclamos.
Añadimos poco a poco la harina mientras removemos suavemente con una cuchara de madera o varilla hasta que esté completamente integrada.
Dejamos reposar la masa, bien tapada, una hora como mínimo en la nevera. Pasado ese tiempo la mezcla habrá espesado un poco.
Calentamos la sartén antiadherente (pequeña y muy plana) a fuego fuerte. La untamos con el tocino- que habremos pinchado en un tenedor-.
Removemos un poco la masa con un cucharón antes de empezar a hacer las filloas.
Echamos un poco de masa sobre la sartén y, realizando con ésta movimientos circulares, hacemos que la masa se extienda por toda la superficie. La filloa estará hecha cuando la masa tenga unas pequeñas burbujitas, aproximadamente en un minuto, y los bordes se hayan despegado. Llegados a este punto, le damos la vuelta (prendiéndolas siempre con los dedos) y dejamos otro minuto- esta primera filloa se desecha-. Tienen que salir filloas muy finas, así que debemos medir bien la masa que echamos en la sartén.
Volvemos a untar la sartén con el tocino y repetimos la operación hasta terminar toda la masa- moveremos la masa con el cucharón de vez en cuando para evitar que la harina se pose en el fondo del recipiente-.
A medida que las filloas estén hechas las colocamos en un plato para, posteriormente, irlas rellenando.
Cuando hayamos terminado de hacer las filloas, las vamos rellenando de nata montada y doblándolas como si de se tratase de servilletas o pañuelos de pechera. Espolvorear cada una con azúcar glas y una pizca de canela.
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