Ingredientes (4
personas):
- 5 huevos.
- Harina.
- Sal, nuez moscada,
pimienta negra, cilantro o cebollino.
- 300 grs. de bacon.
- 1 cebolla y 1
cebolleta (ésta cortada en aritos finos).
- Mantequilla.
- Ron (un pequeño
chorrito en el sofrito).
- Queso rallado en
abundancia (gruyère o emmental).![]() |
Especialidad de la región de Suabia, en Baden-Würtemberg. |
Batimos los cinco huevos en un bol, añadiéndoles sal, una pizca de nuez moscada y otra de pimienta negra molida. Vamos añadiendo la harina y batiendo bien, hasta que consigamos una masa compacta y pegajosa, pero con una contextura flexible. Tapamos el bol con un paño y dejamos reposar.
Mientras dejamos
reposar la masa, cortamos cebolla y cebolleta (ésta en aros), así como el bacon.
Fundimos mantequilla en una sartén y pochamos la cebolla y la cebolleta (ésta la verteremos en la sartén unos tres minutos después de la cebolla). Añadiremos el bacon cuando la cebolla y la cebolleta estén prácticamente pochadas. A última hora, añadimos un pequeño chorro de ron y dejamos que caramelice un poco la mezcla. Rematamos el sofrito y lo reservamos.
Fundimos mantequilla en una sartén y pochamos la cebolla y la cebolleta (ésta la verteremos en la sartén unos tres minutos después de la cebolla). Añadiremos el bacon cuando la cebolla y la cebolleta estén prácticamente pochadas. A última hora, añadimos un pequeño chorro de ron y dejamos que caramelice un poco la mezcla. Rematamos el sofrito y lo reservamos.
Una vez que la masa haya reposado una media hora, vamos
metiéndola con una cuchara en la cazoleta de la máquina de spätzle y atenazamos
hasta que los fideos vayan cayendo sobre la olla de agua hirviendo (agua que
habremos salado, por supuesto). Se cuece como una pasta normal. El tiempo varía
dependiendo del gusto de cada cual. Escurrimos.
En una bandeja de horno introducimos una primera capa de pasta, encima el sofrito y luego el queso rallado (espolvoreamos con cilantro picado o con cebollino). Repetimos la operación añadiendo más capas encima (con el mismo orden). Cargamos la cima con una más que generosa ración de queso rallado (el emmental va bastante bien). Metemos la fuente a en el horno (previamente precalentado) a gratinar durante un cuarto de hora, añadiendo antes un pequeño chorro de nata líquida (a fin de evitar que se seque demasiado). Es importante que el queso de la capa superior se funda y se dore ligeramente, pero que no se queme).
Sacamos y que sea lo que Dios quiera.
Aquí lo tenemos, listo para ser disfrutado.
¡Que aproveche!
No hay comentarios:
Publicar un comentario